(L-R) Alan S. Kim, Steven Yeun Photo by Melissa Lukenbaugh, Courtesy of A24

Minari (2020) — Un inusual y grandioso drama familiar

Los tiempos han comenzando a cambiar, y empezamos a observar la transición de la producción cinemátografica de los Estados Unidos de America, a una industría más diversa, que ofrece mayores oportunidades a nuevas historias contadas desde puntos de vista antes ignorados, prueba de ello sería la nominación al Oscar de Roma de Alfonso Cuaron en 2019, y el que Parasite de Boon Joon-Ho se llevara el premio de las noche en año pasado. Parte de esta tendencia, observamos la aparición de filmes producidos y escritos dentro de Estados Unidos, que renuncian a la tradición de tener guiones en ingles, y en esta ocasión viene de la ya reconocida A24, quienes producen un drama familiar dirigido por Lee Isaac Chung, sobre una familia coreana que durante los 80 se muda a Arkansas en busca de su propio Sueño Americano: Minari.

Jacob, interpretado por Steven Yeun (The Walking Dead, Burning, Sorry to Bother You), es un padre de familia que recientemente convenció a Monica, su esposa, (Han Ye-Ri) de que se mudaran a Arkansas en búsqueda de la independencia financiera, mientras tanto, continuaran trabajando en el mismo oficio que tenían en California, separar pollos de acuerdo a su sexo, su labor es complicada de explicar, pero Jacob se la explica sencillamente a su hijo David: «los pollos macho no saben bien y tampoco son fértiles por eso se desechan» razón misma por la que él cree que ellos como los hombres de la casa se deben esforzar.

David (Alan Kim) es el hijo menor, un pequeño con un problema del corazón, no puede hacer mucho ejercicio ni esforzarse demasiado, porque podría llevarlo a tener un paro cardiaco; por otro lado, Anne es una preadolescente independiente, que continuamente es la figura que pone el orden en la casa, a quien su hermano obedece sin problemas.

El matrimonio entre Jacob y Monica es inestable, Monica no esta feliz con el nuevo lugar donde se acaban de mudar, prefiere volver a California o mudarse dentro de un pueblo con otras personas coreanas, sin embargo, Jacob no cambia de opinión sobre la creación de su granja.

Finalmente, el ultimo cambio para la familia es la llegada de la abuela Soonja, interpretada por la leyenda del cine surcoreano, Youn Yuh-jung (Hanyo, The Bacchus Lady, The Housemaid), ella es la madre de Monica, a quien hace años que no ve, por ello, vendrá desde Corea a quedarse con ellos. David considera a la abuela como una persona inusual, y no cree que sea una abuela, pues Soonja no sabe cocinar o hornear, no sabe escribir ni leer, y maldice constantemente. David y la abuela no se llevan bien, aunque la abuela continua tratando a David con mucho cariño.

Por otro lado, Jacob apenas se esta introduciendo en el trabajo de granjero, despreciando de vez en cuando el conocimiento popular de los granjeros de Arkansas, pues los coreanos usan su cabeza. La granja de esta familia es un proyecto inusual, pues Jacob planea utilizarla para sembrar productos comunes en la comida coreana pero que son difíciles de encontrar en EUA, en sus preparativos para la granja termina conociendo a Paul, un excéntrico devoto pentecostés que cada domingo sale a caminar llevando una pesada cruz en sus hombros.

Yuh-jung Youn
Courtesy of A24
Yuh-jung Youn
Courtesy of A24

La abuela Soonja también trajo muchas cosas desde Corea, entre ellas minari, una hierba común en la comida coreana, que desea plantar en algún lugar cercano a la granja, al final, termina decidiéndose por plantarlo en un arroyo cerca de la granja, acompañado de David, quien todavía no esta convencido de ella, Soonja le explica que el minari crece en cualquier lugar, a gran velocidad, que es una hierba maravillosa que sabe muy bien, y que se extiende tanto por que es tan buena que es para todos.

Los nuevos cambios para la familia, parecen proveer de mucha esperanza, sin embargo, Jacob no tarda mucho en darse cuenta que nada está saliendo como él lo esperaba, y su relación con Monica decae a la vez que sus planes en la granja son arruinados, provocando que la unión de la familia dependa del éxito de la granja, sin embargo, David culpa a la abuela de los problemas maritales entre sus padres.

Minari toma inspiración de los sucesos de la infancia del director Lee Isaac Chung, sin llegar al punto de ser autobiográfico, creando un drama familiar cálido, sensible y apegado a la realidad; sin miedo de ser demasiado obtuso, pero desarrollado de una forma sencilla, con experiencias y recolecciones que podrían ser universales, pero que también sirven como punto de reflexión sobre la migración, sobre las culturas, la religión y la familia.

A su vez, Minari es una historia en palabras de Yeun, quien desde hace años cambió su filosofía actoral solo para tomar papeles que no lo utilicen como símbolo, considera que la cinta elimina la romanización que se hace a la primera generación de migrantes en Estados Unidos, pero a su vez, cuenta una historia en donde su situación como migrantes, o su raza, no sirve como el dispositivo catalizador de conflicto en la historia, sino que recurre a otras herramientas que son inusuales en la representación de familias migrantes en los Estados Unidos.

Minari es una película increíble, con una gran capacidad de conmover, cuyos personajes principales son perfectamente desarrollados, trabajados con tantos matices que realmente demuestran que el trabajo actoral en esta película es de la más alta calidad, destacando entre ellos el trabajo de Yeun y de Yuh-jung, quienes traen a la vida personajes tan complejos y comprenden perfectamente a sus personajes, sus sentimientos y emociones, Yeun trayendo a la vida a un padre excéntrico, irascible pero con un gran amor a su familia, y Yuh-jung interpretando a una abuela inusual también, pero que esta dispuesta a poner a sus pequeños sobre cualquier otra cosa, finalmente interpretando a un personaje espectacular que brilla y trae a la vida más complejidad especialmente en el ultimo acto de la cinta.

Minari se ha postulado como una de las favoritas de la temporada de premios este año, y con justa razón, a pesar de tener algunos tropiezos y controversias, Minari es una cinta grandiosa, emocional y de gran complejidad, sin duda, un producto que abrirá las puertas a nuevas narrativas en el futuro.

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