Roma (2018) dirigida por Alfonso Cuarón

Muchos dicen que las cosas más maravillosas son invisibles a los ojos humanos, esto es un hecho, y las historias más increíbles podrían estar escondiéndose en las personas que menos esperamos. Alfonso Cuarón es definitivamente una persona inusual, su ultimo filme, Roma, es una cinta semi-autobiográfica sobre una persona muy especial en su vida a quien le dedica esta película y todo su éxito.

Nos encontramos con el pavimento de un hogar, el agua comienza a llegar de la nada, agua llena de jabón, en ella un reflejo, el reflejo del cielo y en él, un avión surcando los cielos, no sabemos quien esta limpiando, pero poco después descubrimos al causante de esto: una mujer delgada, de no mucha estatura, piel morena, cabello oscuro. Cleo, una empleada domestica en una familia que vive en la colonia Roma, una familia con cuatro hijos.  Cleo se encarga de limpiar la casa, es la que se encarga de la mayoría de la cocina, y es un personaje al cual toda la familia le tiene mucho amor. Cleo en realidad es como parte de la familia, más que el resto de los empleados en la casa, aunque, continuamente se le recuerda que no lo es, ella les da amor sincero, ella es quien se encarga de decirle «Te quiero» a los niños antes de dormir.

Cuando el padre, un doctor del IMSS de gafas gruesas y mirada profunda, se ve obligado a irse de viaje a Canadá por una investigación que probablemente sea larga, termina aumentando la ya existente tensión dentro del hogar, y para empeorar las cosas, Cleo esta enamorada del primo del novio de su amiga, Fermin, un misterioso joven que acaba de conocer, un hombre con mucha fuerza, que practica artes marciales con gran habilidad, un hombre que parece muy agradable, hasta que descubrimos lo contrario en una cita, dentro de una sala de cine.

Roma nos cuenta una bella historia de amor, una historia sobre todas las formas que toma, el miedo, la ignorancia de un futuro incierto, cosas que no dejan de estar  presentes en la cinta. Conocemos los paralelos de dos clases sociales que a primera vista tienen poco en común, pero si se presta la atención suficiente uno se podrá dar cuenta de lo mucho que comparten, a través de sus problemas o sus sueños.

Lentamente somos inducidos dentro de este México tan distinto, con un ritmo lento que se siente natural, un sonido rico y envolvente, diseñado para Dolby Atmos, una fotografía viva y llena de movimiento y detalles curiosos. Un mundo que a los mexicanos se sentirá como casa y una experiencia que hará que los extranjeros se sientan transportados a otro mundo.

La historia utiliza eventos históricos para ubicarnos en una época en particular, como un terremoto o la terrible matanza del Corpus Christi. Eventos totalmente estremecedores, pero que durante la proyección no son muy intensos, pues la película esta diseñada como un recuerdo, diseñada para evocar a la vida que solo esta pasando sin el intenso dramatismo de Hollywood.

A pesar de poseer un ritmo lento, Roma tiene muy marcados puntos dramáticos; cada escena, cada evento, le agrega un poco más de tensión a la historia, hasta que llegamos al punto más intenso de la historia que causa que todo vuelva a su ciclo normal.

Cleo es un personaje que habla poco, no escuchamos mucho salir de sus labios, a excepción de cuando conversa con su ‘manita con quien habla por montones en su lengua madre, mixteco, mientras que el más pequeño de la familia les pide que ya no hablen así. Cleo es un personaje melancólico y siempre lleno de duda, siempre llena de vida y corriendo siempre como infante. Yalitza Aparicio, una actriz sin experiencia, nos ofrece una actuación increíblemente conmovedora, posee una inusual habilidad de transmitir mucho con muy poco.

Roma es un proyecto que extrañamente fue producido por Netflix, una cinta para televisión que definitivamente no sera lo mismo en televisión. Roma te sumerge, es poesía realista, poesía audiovisual, llena de una sensación de añoranza.

El sonido esta bellamente diseñado, lleno de sonidos, nos sentimos en el lugar, tanto que aveces se puede llegar a pensar que muchos de ellos ocurren dentro de la misma sala, una risa justa a tu lado, un comentario extraño a tus espaldas, pero todo esta dentro de esta ficción que parece más un documental de alto presupuesto.

La cinematografía de mano de la mano del mismísimo Cuarón no deja nada que desear. Encuadres totalmente simétricos, puntos de fuga, reglas que todos escuchan en clases de fotografía y que ayudan a que Roma se sienta visualmente como un álbum de fotografías de un México distante e irrecuperable, uno que quizás encontraste en un viejo álbum de tus ascendencia familiar. Cleo casi siempre es fotografiada en lugares incómodos, esta rodeada de detalles, siempre esta rodeada de gente, entre más progresa la cinta, más conglomerada se vuelve la vida de Cleo, así como la fotografía.

La campaña publicitaria para Roma la anuncia como «El evento del año», y no podrían estar más equivocados, al salir de Roma, se experimenta una transformación increíble. Pocos artistas lograran todo lo que Cuarón ha logrado con Roma, y puedo asegurar a todo lector que no pueden castigarse a ustedes mismos al no ver Roma en una sala de cine, les brindara una experiencia que una tarde de Netflix no podrá brindarles ni en un millón de años.

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