Farewell Amor (2020) — La familia en el cambio y la vulnerabilidad

Farewell Amor es la opera prima de la directora Ekwa Msangi, una mujer de ascendencia africana que nos cuenta un relato personal, no solo para su cultura, sino también para ella misma. La película es una readaptación de un cortometraje de Msangi llamado Farewell Meu Amor

Farewell Amor nos presenta a una familia que se reencuentra después de 17 años en la ciudad de Nueva York. 

Esther y Silvia, una mamá y una joven vivieron toda su vida en África, en los países de Angola y Tanzania luego de la guerra civil de la primera. Fue después de este acontecimiento que Walter, el padre, decide dejar su país y marcharse a Estados Unidos para conseguir una mejor vida para él y su familia. Sin embargo, el proceso no es fácil, nunca lo es cuando se trata de inmigración. 

A pesar de varios intentos y varios años, Walter es incapaz de conseguir permisos para que su esposa e hija le acompañen en América. Casi dos décadas después, se logran reencontrar; pero todos son distintos, es una familia de completos desconocidos que tendrán que enfrentarse al cambio. 

Msangi hace varias cosas interesantes dentro de Farewell Amor, lo principal será su estilo de narrativa; luego de la introducción, se presenta la historia en tres capítulos diferentes, cada uno de ellos en la perspectiva de los miembros de la familia. Primero Walter, luego Sylvia, y al final Esther. Cada capítulo aportando el proceso individual que viven en su nueva vida como familia. 

La historia de Msangi a comparación de otras historias de inmigración, no se abordará desde el eje político del proceso, sino a partir de las experiencias de la comunidad, trayendo así, personajes entrañables que, gracias al guion y actuaciones estupendas de cada actor, creará en los espectadores un verdadero signo de interés y empatía. 

Otro punto focal dentro de Farewell Amor es el baile tradicional de la comunidad africana; un momento de catarsis para todos los individuos que sufrieron la guerra civil, como lo pronuncia Walter: un lugar donde se encuentra el refugio y pueden ser libremente. 

Msangi menciona en una entrevista que esta visión del baile es personal, y el estilo que baila Walter, llamado Kizomba es uno que ella ha practicado durante su vida. Por otro lado, al de Sylvia se le nombra Kuduro.  

Abordando un poco más a sus personajes sin entrar en terrenos de spoiler, Walter representa a un hombre sensible, pero inestable, se encuentra en un punto donde no sabe qué es lo mejor para él ni para su familia, pues él no creía que volvería a verla, tanto así,que mantuvo otra relación con una enfermera la cual terminó abruptamente cuando su esposa e hija llegan al país (tema principal del cortometraje Farewell Meu Amor).

Esther, por su lado, es una mujer bastante devota a la religión cristiana quien no ha dejado de rezar desde que llegó a Tanzania luego de la guerra Angola. Siempre deseó volver a encontrarse con su marido y reunir por completo a su familia. Como madre resulta ser demasiado controladora ya que no quiere perder a su hija en medio de las tradiciones americanas alejada de lo conocido. 

Sylvia, por último, representa a una joven callada e insegura de sí misma; no conoce a su papá, pues solo lo vio cuando era una bebé y esos recuerdos ya no existen, sin embargo el deseo por conocerlo siempre estuvo presente, y una vez que se concedió no sabe qué hacer. 

Ninguno de los tres sabía lo que significaba reencontrarse; y tampoco tenían los recursos para hacerlo. 

El lenguaje cinematográfico de Msangi en Farewell Amor, así como su historia, es muy íntimo, siempre retratando a los personajes de maneras dulces; enfocándolos con planos cerrados cuando se sienten inquietos, tristes o molestos; dejando apreciar su rostro y todas las emociones que pasan sobre él. Asimismo, utiliza recursos como el frame within a frame donde las personas son encuadradas por los espacios en los que se encuentran, elemento muy utilizado en In the Mood for Love (Fa yeung nin wa) de Wong Kar-wai. 

Las actuaciones de Ntare Mwine (Walter), Zainab Jah (Esther) y Jayme Lawson (Sylvia) son magistrales. Msangi menciona en sus entrevistas que requería actores que supieran bailar, pero no solo ello, que pudieran hacer acentos, pues le resultaba imprescindible que el acento fuera aquél de Angola, remarcando que el africano no existe. 

Entre estos actores, Mwine es quien más destaca en su papel, personificando a un hombre tanto encantador como voluble, que con su carisma y nobleza se lleva todas las escenas en las que forma parte. 

Farewell Amor nos presenta una trama íntima sobre la familia, una narrativa sencilla que puede resonar en muchos de nosotros, pues la historia va más allá de la inmigración, va de las historias individuales que se pueden vivir en un momento de cambio y vulnerabilidad. 

Farewell Amor está disponible en MUBI. 

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