Sonia Braga como Domingas.

Bacurau (2019) — Asesinato en masa y política nacional e internacional

La cinta que llego al cuarto lugar de lo mejor del 2019 en la revista Cahiers du Cinema, y que recientemente fue nominada a los Gotham Awards a mejor película internacional (Premio que se llevo Sin señas particulares) finalmente llega a salas mexicanas, en un mal momento debido a la contingencia, no obstante, Bacurau es un filme grandioso, dirigida por el dúo de Juliano DornellesKleber Mendonça Filho, cercana en su desarrollo al género del home invasion, y que habla de una situación más extensa de lo que su aparente sinopsis ofrece.

Bacurau cuenta la historia de un pequeño pueblo brasileño, situado dentro de la selva, recientemente en este pueblo, ha muerto una de las señoras más queridas del lugar, su matriarca Carmelita, una gran amiga y familiar de toda la gente de Bacurau, su partida también atrajo a los jóvenes que se habían ido del pueblo, como Teresa (Bárbara Colen), quien se encuentra a un pueblo muy distinto al que ella recordaba. Escuelas cerradas, un pueblo que recientemente ha sido dejado sin agua, y también un pueblo que rechaza a su gobernante Tony Jr., quien les ha dejado un desagüe de corrupción grandísimo desde hace años.

En Bacurau, Teresa se reencuentra con Acacio (Thomas Aquino), quien ayuda a mantener el orden y a proveer al pueblo de todos los alimentos necesarios después de un bloqueo con intenciones políticas que sucedió recientemente, Acacio tiene un pasado oscuro, pues antes operaba como sicario bajo el seudónimo de Pacote, sin embargo, es un trabajo que no le enorgullece.

La medico del pueblo es Domingas (Sônia Braga), una mujer generalmente borracha, que durante el funeral de Carmelita le dedicó un discurso bastante agrío, pero que, se preocupa demasiado por el bienestar del pueblo. Otra figura importante es Plinio (Wilson Rabelo), el profesor del pueblo, considerado como el sabio del pueblo, pero también el primero en darse cuenta de que Bacurau ha desaparecido de todos los mapas, a su vez, un granjero del pueblo es perseguido por un dron con apariencia de platillo volador de películas viejas, sin saber que esto solo sería un indicio de la terrible tragedia que le espera a Bacurau, un pueblo generalmente tranquilo y unido.

Unas noches más tarde, un grupo de caballos desbocados de una ranchería cercana llega al pueblo, y para la sorpresa de todos, su dueño no responde ninguna llamada, se ha vuelto ilocalizable, más tarde, al llegar quien les suministra el agua, encuentra el camión con tres impactos de bala; los sucesos huelen mal, y Acacio recomienda a dos jóvenes del pueblo ,que desean regresar a los caballos y descubrir que ha pasado, quedarse, sin embargo, ellos continúan. En su camino, se observan dos motociclistas desconocidos que van en camino a Bacurau, cuando intentan detenerlos, estos los ignoran, pasando por todos los puntos de control que hay en el pueblo.

Eventualmente se detienen en el pueblo, en una tienda donde se revela que son una pareja de brasileños que viene del sur del país, sin embargo, dejan un dispositivo extraño debajo de una de las mesas de la tienda. La gente de Bacurau inmediatamente ve con sospecha a estos desconocidos, y al poco tiempo, se topan con que la señal y el internet se han desvanecido. Los motociclistas se van, y dejan al pueblo de Bacurau a la expectativa. Mientras tanto, los jóvenes llegan al rancho y se encuentran al lugar hecho un matadero, toda la familia muerta, los jóvenes deciden regresar al pueblo, sin embargo, se encuentran con los motociclistas, quienes los matan al momento.

Silvero Pereira como Lunga en Bacurau – Cortesía de CineCaníbal

¿Qué esta pasando en el pueblo? Pues resulta que es parte de un plan organizado por un grupo de estadounidenses blancos, con intenciones de destruir, con un modus operandi difuso, dirigidos por Michael (Udo Kier) quien no parece tener mucho interés por ellos y sus situaciones, sus intenciones, tampoco muy claras, pero lo que sabemos es que buscan sangre.

Durante 2019 empezó a haber un incremento de cintas que generaban una crítica dura a las desigualdades internacionales y locales entre clases, como en su año lo hizo Parasite e incluso Knives Out en cierta medida. Bacurau no teme hacer una crítica clara y bien definida, sin embargo, tampoco deja de lado a su historia, de la cual sus directores nunca pierden el control. Bacurau es una cinta de acción que no deja descansar a los espectadores ni un solo segundo, que no teme impresionar al espectador, pero que tampoco busca horrorizarlo, soltando golpe tras golpe y que desarrolla esta invasión de un modo que reconoce la importancia de sus miembros y la importancia de ellos en la sociedad.

Bacurau no es solo un análisis de la sociedad, sino también una crítica profunda y pesada de la política local y su relación con lo internacional, su intersección con la raza y el genero, y las terribles ideologías que ahí se ocultan. A su vez, en Bacurau se ve reflejado un pueblo unido por el amor y sus tragedias y abusos, un pueblo donde la policía no es aceptada e incluso rechazada por las mismas razones a las que dedica su crítica. Sus autores no solo reconocen en su historia una serie de mecanismos raciales que promueven el genocidio de cientas de naciones del tercer mundo, pues también reconocen a esto como una situación nacionalista donde ni siquiera los blancos de tercer mundo son aceptados.

Bacurau es una cinta pesada, pero no quiero dar a entender con este texto que la película es una rage film como muchos otros filmes de corte político, en Bacurau se ve a un pueblo ya unido por el amor y su cultura dispuesto a hacer todo por su propia comunidad, como ya lo hacían antes, como lo harán en el futuro. La cinta genera un espacio de discusión y una opción esperanzadora sobre el nuevo futuro de las comunidades ignoradas.

Finalmente, les digo que Bacurau es un filme que hace hervir la sangre, y que una vez que agarra momentum te mantiene permanentemente al borde del asiento. Bacurau y su historia y sus sucesos son algo que se quedará contigo mucho tiempo después de que terminen los créditos, sin duda, una de las mejores experiencias cinematográficas que he experimentado recientemente.

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