Harry Potter and the Prisoner of Azkaban (2004) — Redefiniendo la magia

Dos años después de la segunda parte de la franquicia de Harry Potter llego la tercera, misma que le dio una nueva dirección a toda la serie de películas y lleno de aún más magia al universo. Un par de años antes un curioso director se volvió aún más popular gracias a la cinta Y tu mamá también, el director seleccionado fue Alfonso Cuáron quien se tomo muchas libertades al diseñar esta entrega de la mágica obra de J.K. Rowling.

Es el tercer año para Harry en Hogwarts, el aún continúa viviendo con sus desagradables tíos, los Dursley, en un arranque de ira termina atacando con un hechizo a su tía y para evitar una confrontación, termina escapando de la casa. En una serie de eventos, Harry termina reencontrándose con los Weasley, y quedandose por un tiempo con ellos. Recientemente, Sirius Black ha escapado de la prisión de Azkaban, es el primero en hacerlo, y para complicar las cosas, él estuvo directamente relacionado con el asesinato de James y Lilly Potter, los padres de Harry, y seguramente va hacia Harry.

La escuela de magia anglosajona, Hogwarts, le da la bienvenida a un nuevo habitante a sus inusuales instalaciones, los dementores, seres que se alimentan de la felicidad, ellos están encargados de perseguir a los cautivos en Azkaban, y debido a los recientes avistamientos de Black en un pueblo cercano no dejan de estar presentes en todo este año.

Esta parte de la saga, nos presenta una nueva faceta de esta historia, una visión más oscura y menos infantil de Harry Potter, y con ella también damos bienvenida a la verdadera esencia de la saga y por primera vez, a la aceptación por parte de los críticos de la saga. Esta cinta es definitivamente más oscura que las anteriores, aun continua teniendo un toque humorístico dado que aún estaba dirigida a un publico joven, y aún así logra no perder la calidad.

El guión toma muchas libertades respecto a la obra original, y rompe muchos de los esquemas que sigue la saga, uno de los más importantes es la formula, claro, tenemos un presunto villano bien definido desde el principio, pero a diferencia del resto, tiene toques menos detectivescos y más llenos de acción, una cinta que sin duda no te deja estar sentado.

En esta ocasión, Cuáron no ha trabajado con Lubezki, sino con Michael Seresin, mejor conocido por su trabajo reciente en War for the Planet of the Apes y con quien Cuáron volveria a trabajar en Gravity, a pesar de no trabajar con su cinematógrafo habitual, la cinta no se aleja nada del estilo visual de Cuáron, al igual que en Y tu mamá también y Roma, tenemos largos planos-secuencia llenos de movimiento y una calidad visual exquisita para la franquicia, la cinta esta dotada de metáforas visuales entre las que más se destaca el uso del movimiento de cámara como equivalente a la presencia de magia o aún más importante, el miedo. Una paleta de colores reducida que parece apoyar al tono de la cinta, y enfatizar el constante peligro en que sus personajes se encuentran. El filme juega con la iconografía de la saga y los vuelve aún más relevantes, y tanto su fotografía como el diseño sonoro parecen jugar con el giratiempos o hechizos como patronus.

Muchos de los elementos aparecidos en el libro han sido eliminados en favor de la cinta, y muchos de los movimientos que los actores realizan están planeados con intenciones narrativas y emocionales. 

Durante su fecha de lanzamiento, Harry Potter no tenía un futuro muy brillante en el cine, pero si algo levanto a la saga definitivamente fue el trabajo de Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, una cinta que definitivamente promete mucho y satisface deseos que no sabías que tenías.

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