Gravity (2013) — Una montaña rusa de emociones

Gravity es una película dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón en el 2013, que le otorgó en el 2014, el premio a Mejor Director en los premios de la Academia.

Es una película corta, de tan solo hora y media, algo que ya es muy extraño ver hoy en día, pero esto no es para nada malo, al contrario, mantiene la historia fresca, sin ningún problema, una historia sencilla, fácil de seguir y bien ejecutada.La película inicia con unos títulos que te dejan en claro lo peligroso que es el espacio, y así mismo, lo peligrosa que será esta película y continúa con el título del filme.

En seguida, a la distancia observamos el transbordador espacial Explorer y escuchamos la voz de uno de nuestros protagonistas: Kowalski, interpretado por George Clooney, un astronauta con experiencia, un poco bromista y arrogante, pero agradable. En este plano secuencia ya leitmotiv de Cuarón de alrededor de 13 minutos, podemos observar con precisión la nave en la que se encuentran los exploradores y los otros dos astronautas, una de ellos siendo Ryan, una doctora interpretada por Sandra Bullock.

Al finalizar estos trece minutos de introducción de personajes e historia, el primer peligro llega. A su órbita y con gran velocidad, se dirigen los restos de un satélite ruso: deberán ingresar al transbordador con prisa o morirán. Naturalmente, no salió bien. Hubieron tropiezos en el objetivo y los únicos sobrevivientes a este accidente fueron nuestros protagonistas. Ni siquiera el Explorer pudo ser salvado.

Entonces, habrán de emprender una caminata de allí hasta la Estación Espacial Internacional para regresar a casa. Con tan solo 8% de oxígeno, y los restos satelitales a 90 minutos de regresar hacia ellos y probablemente matarlos.

Cuarón se sigue apoyando a lo largo de la película en planos secuencias más cortos cuya función es meternos aún más dentro de las acciones que realizan los personajes, ver cosas que ellos ven o cosas que estarán a punto de llegar según la localización de la cámara, estableciendo así, suspenso al instante y al momento que debe surgir, sin necesidad de cortes sobreexplotados para establecer detalles innecesarios a la historia. Como es habitual, el encargado de la fotografía: Emmanuel “El Chivo” Lubezki, maestro de los planos secuencia y amigo de Cuarón, ahora también se ve apoyado, más que nunca, de una pieza importante: el sonido y no solo eso, también el silencio.

A pesar de que la película no es la más fidedigna en términos de la física, sin duda sus momentos son excepcionales, y los silencios que se obtienen una vez que están en el espacio o cierran y abren las cabinas, son perfectamente ejecutados, implementándole al suspense que se origina en el trabajo de Lubezki. Además de un soundtrack lleno de nostalgia y esperanza creado por Steven Price quien fue de nuevo compañero de Cuarón en la película de 2018, Roma.

Como dije en un principio, la historia es sencilla. Pero eso no la hace menos emocionante, en realidad la salva de ser tediosa. Incluso, puedes disfrutarla una y otra vez, y aunque en realidad no tenga muchos escenarios y diálogos con situaciones distintas, tiene la actuación sensacional de Sandra Bullock que también le ganó una nominación a Mejor Actriz en los Oscar de 2014. En su personaje podemos observar la pérdida, la desesperación, la esperanza y el coraje que cualquier persona puede vivir en su contexto cotidiano. Además de la felicidad y la tranquilidad después de vivir un momento tan tenso. Pues eso es Gravity, una película tensa, que al final, hace que tomes un respiro de una gran experiencia.

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