Mackenzie Davis y Kristen Stewart como sus personajes de Happiest Season pasando un buen momento.

Happiest Season (2020) — Navidad en el armario.

En las sociedades modernas, las personas integrantes de la comunidad LGBTQ+ se han visto forzadas a formar parte de un ritual que puede decimar las relaciones que estos tienen con sus familias, este es el resultado de una terrible polarización de las identidades de los individuos de la sociedad y que no deja de representar una dinámica de poder que genera gran presión entre los integrantes de un hogar. Anualmente hay un evento que justifica estas relaciones y esta división dentro de los propios hogares, y esa es la Navidad. Happiest Season es una cinta que explora estos temas, escrita y dirigida por Clea DuVall (But I’m a Cheerleader), quien desde hace años ha buscado representar en las pantallas a las personas LGBTQ+ con las que ella ha vivido, escribe y dirige un drama familiar sobre la importancia de los padres en la vida de las personas, especialmente en su intersección con las identidades de género.

Es Navidad, Abby (Kristen Stewart) y Harper (Mackenzie Davis) viven una relación amorosa dentro de las calles de una ciudad, Harper adora la Navidad, un tiempo para pasarlo con la familia y disfrutar del amor intenso, por otro lado, Abby se siente incómoda con ella desde que fallecieron sus padres, es un tiempo que no le gusta y que no disfruta; sin embargo, en un momento de pasión romántica, Harper invita a Abby a pasar la temporada con su familia y Abby comienza a idear el plan perfecto para realizar un acto romántico al pedir permiso al padre de Harper de casarse con ella.

El plan parece ir perfectamente, Abby deja a cargo de sus mascotas a su mejor amigo John, y parte con Harper hacia la casa de sus padres, sin embargo, casi al llegar, Harper confiesa que nunca le ha dicho a sus padres que es lesbiana, y que tiene miedo de hacerlo, termina convenciendo a Abby de fingir ser su roomie, y que después del viaje ella saldrá del clóset con sus padres.

Al llegar a la casa somos bienvenidos por la madre de Harper, Tipper, una mujer elegante, que se nos deja muy claro que posee una actitud condescendiente, prejuiciosa y vanidosa; acompañándola esta Jane, la hermana de Harper, una mujer neurodivergente que parece fuera de lugar la mayor parte del tiempo, y finalmente conocemos a Ted, el patriarca del hogar, quien es un político que esta en campaña para volverse alcalde.

Harper y Abby terminan con habitaciones distintas asignadas y al conocer un poco más a la familia es obvio que para esta familia, ningún prejuicio es poco importante. Más tarde conocemos a Sloane, la otra hermana de Harper, una mujer neurótica, altamente competitiva con una relación complicada con su hermana, ella esta casada con Eric, con quien tiene dos hijos. Sloane tiene una relación complicada con sus padres, quienes no dejan de recordarle que dejo una carrera altamente redituable para vender canastas por internet.

Debido a que están a media campaña política, la familia tiene planes organizados para todos los días que durara el viaje, en el primer día, la familia va a tener a una cena, y la madre de Harper se toma la molestia de invitar a Connor, el exnovio de preparatoria de Harper, aún sin que ella lo supiera, sin embargo, no es el único con quien se tropiezan, sino que también se encuentran con la primer novia de Harper, Riley (Aubrey Plaza). Es entonces cuando Harper decide abrirse más y revela como conoció a Connor y su historia.

Al día siguiente, Abby comienza a notar como es excluida de la dinámica familiar de este hogar, siendo generalmente considerada una molestia por la familia, y Harper intentando reducir la incomodidad por la que Abby pasa. Resulta que cada Navidad, la familia organiza una fiesta navideña donde realizan un intercambio de regalos, Abby no sabía de él, por lo que tiene que ir a comprar el obsequio, pero Sloane también necesita ir al centro comercial a comprar, aunque al final los eventos terminan contra Abby, quien debido a una broma por los hijos de Sloane, termina siendo acusada de intentar robar en una tienda, y por lo tanto es rechazada aún más por la familia.

Durante el transcurso de los días, Abby termina siendo rodeada por una serie de eventos que terminan por mermar el nuevo optimismo con el que veía la Navidad de este año, a su vez que su relación con Harper termina siendo puesta en jaque gracias a actitudes deshonestas y abusivas que comienzan a darse debido al miedo que ella tiene de que descubran su secreto.

Happiest Season se toma su tiempo en desarrollar una historia sencilla y con una gran empatía a las situaciones por las que los personajes van pasando, a la vez que dedica su tiempo en señalar e intentar educar en áreas especificas como el consentimiento y el diseño de barreras y límites personales que uno debe tener en una relación. DuVall nos presenta una historia con una alta sensibilidad con la que muchos individuos en situaciones similares se podrán relacionar, y a su vez, proporciona un marco para comprender por qué estas dinámicas familiares pueden ser negativas al largo plazo para cualquier individuo, ya sean heterosexuales, parte del LGBTQ+ o neurodivergentes, como en la cinta.

La cinta representa a sus personajes con una fotografía característica de los filmes navideños, centrada en imágenes cálidas, oscuras y en planos cerrados que recuerdan a postales navideñas, aunque utiliza cambios en sus tonos de una forma muy obvia para enmarcar el momento del viaje emocional en el que la protagonista Abby se encuentra.

La dinámica entre Kristen Stewart y Mackenzie Davis es muy buena, ambas actrices, quienes ya han demostrado su talento con anterioridad, ofrecen actuaciones de calidad incluso fuera de los filmes que buscan apelar a nominaciones en la temporada de premios, como es el caso de Happiest Season.

A pesar de que la cinta se desarrolle dentro de emociones que pueden causar tristeza entre muchos espectadores, Happiest Season logra plantar esperanza y muchos momentos divertidos, con un humor que rosa lo absurdo en algunas ocasiones, sin embargo no se aleja de representar estas situaciones personales de una forma realista que deja muy en claro la relevancia de estas situaciones en el bienestar emocional de un núcleo familiar o de los individuos.

Happiest Season es una cinta divertida, pero también altamente emocional que hará a más de uno soltar una lagrima, la discreción y los secretos pueden ser más destructivos que cualquier verdad, y la cinta no busca dejar estas ideas al aire. Es una cinta apropiada a los tiempos actuales, que dejara una sensación de esperanza a los corazones deseosos.

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