Creed (2015) – El Legado de Sylvester Stallone.

Nueve años después de la última entrega de la saga Rocky, Sylvester Stallone regresa para formar parte de un spin off de su propio universo, el nuevo protagonista es Adonis Johnson, hijo ilegítimo del fallecido Apollo Creed, mejor amigo de Rocky Balboa.

Comenzamos esta historia con un pequeño Adonis de 13 años dentro de un reformatorio en medio de una pelea, y parece ya tener una reputación por usar sus puños. En ese día, una mujer lo visita, resulta ser la viuda de Apollo Creed, Mary Anne, quien decide adoptarlo para que viva con ella en Los Ángeles.

Los años pasan y en tiempo presente nos encontramos en Tijuana donde podemos ver a un adulto Adonis (Michael B. Jordan) peleando clandestinamente con otra persona. Después de ganar la pelea hacemos un salto a la mañana siguiente, ahora en L.A. en su trabajo de oficina, del cual, momentos después, renunciará para seguir adelante con su plan.

Aunque su mamá no acepta sus planes de seguir con su carrera como boxeador profesional, Adonis hace caso omiso y se dirige hacia la academia de boxeo Delphy donde su padre se formó como deportista, para así poder hablar con el entrenador Lil Duke. Su plan es comenzar en peleas poco a poco hasta llegar a ligas profesionales, pero Duke no considera que el boxeo en Tijuana sea equiparable al boxeo real pues todos sus discípulos pelean para sobrevivir. Adonis, engreído y arrogante, dice que puede vencer a cualquiera de sus boxeadores, además dice que no tiene nada que ver con su padre, quien falleció en el cuadrilátero, que ni si quiera lo conoce. En seguida Adonis sale fácilmente victorioso, pero después entra un boxeador de mayor puesto en el ranking, y pierde así su Mustang el cual apostó de forma altanera.

Resignado por el fracaso, Adonis va hacia Filadelfia a buscar al antiguo boxeador Rocky Balboa para pedirle que lo entrené después de confesarle que es hijo de Apollo Creed. Rocky se niega, para él la vida en el cuadrilátero ya quedó muy atrás y no quiere saber nada de boxeo. Entonces, Adonis decide ir a un gimnasio cerca, al Boxeo de Mighty Mick, donde entrenan algunos de los viejos amigos de Rocky y se concentran en formar a su campeón, el hijo del dueño actual, Leo Soprino.

Poco después, Balboa tiene una corazonada y decide apoyar al hijo de su viejo amigo dándole rutinas y entrenándolo por sí mismo dentro y fuera del gimnasio de Mighty Mick.

Creed es un tributo a Rocky y a la misma carrera de Sylvester Stalone. El personaje de Balboa ahora ya como un anciano, no tiene la misma fuerza que antes , pero funge como el personaje sabio o el guía en la nueva carrera de Adonis, Balboa resulta ser una adecuada contraparte de su pupilo al ser más precavido y cuidadoso con sus decisiones, más analítico y menos imprudente o impulsivo como el protagonista.

La odisea de Adonis en esta película gira en torno al descubrimiento del porqué está peleando, pues aunque su padre es el legado del boxeo, él siempre lo niega como parte de su propia identidad, lo cual produce una personalidad indeseable y deja ver a Adonis como un malcriado o malagradecido aunque sus intenciones, ya muy en el fondo, sean las mejores.

Siguiendo la idea del tributo a las películas originales nos encontramos con las piezas clave que hacen a una película clave: los montajes de entrenamiento en diversos puntos de la película, los vídeos y fotografías de peleas que sucedieron en las previas instalaciones, los escenarios ya reconocidos por los fanáticos de la saga y sobre todo la música que genera un ambiente de empoderamiento y exalta de manera inequívoca a cualquiera que lo escuche.

Las peleas dentro del cuadrilátero, sobre todo la pelea final del filme, resulta bien lograda y con una coreografía meticulosa con un buen enfoque por parte de la cámara para poder ver todo lo que sucede entre los participantes. Se toma en serio el boxeo pues no corta innecesariamente las acciones y permite el goce de las interpretaciones de los actores dejando ver más de una sola ronda completa, haciéndote vivir esta pelea cinematográfica como si fuera una real. La tensión, el entusiasmo, la intriga. Todo está ahí.

Creed, alejándonos de la temática de pelea y acción, es una película sobre la familia, sobre lazos inquebrantables y sobre las nuevas relaciones que se pueden formar a partir de la toma de decisiones importantes. Habla sobre rivalidad, de perdón y de consuelo. Sobre seguir adelante y en encontrarse a sí mismo con ayuda de los demás, pues sin importar si perdiste el rumbo o nunca pudiste encontrarte en él, puedes saber cuál es el propósito de tu existencia.

Michael B. Jordan resulta ser una elección acertada al ser el protagonista pues su dedicación se demuestra incluso dentro de la película, pues probablemente el entrenamiento que se ve en ella es muy cercana a la que tuvo que realizar para estar en forma y poder grabar la película. Otro personaje importante para la trama pero que me he reservado de contar su historia en la reseña es el personaje de Tessa Thompson, que participa como el interés amoroso de Adonis, y cuya dinámica con el actor se siente genuina y cómoda para la vista del espectador.

Para la crítica norteamericana, Creed resultó ser un éxito y vivir a la expectativa de toda la saga Balboa, tanto así que tres años después, en el 2018, se estrenó su secuela con el elenco original regresando y con la adición de Dolph Lundgren, y después de varios años para volver a interpretar al ruso Ivan Drago, responsable de la muerte de Apollo Creed.

Creed es el inicio de una nueva historia, una que incluso le valió a Sylvester Stallone una nominación al Oscar, comprendiendo que Rocky Balboa aún tiene mucho que dar en la pantalla grande.

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