El increíble castillo vagabundo (2004) — Magia, opulencia y amor

El prestigio que en la actualidad goza Studio Ghibli por la calidad de sus producciones es innegable, pues ha logrado trascender con películas magnificas de la mano de Hayao Miyazaki, tales como: Mi vecino totoro (1998), La princesa mononoke (1997), El viaje de chihiro (2001), Kiki: entregas a domicilio (1989) y por supuesto El increíble castillo vagabundo (2004) que en el año 2005 ganó una nominación en los premios de la Academia para la categoría de mejor película animada.

El increíble castillo vagabundo o “Howl no Ugoku Shiro” está basada en el primer ejemplar de la serie de libros de la escritora británica Diana Wynne Jones que se titula Howl’s Moving Castle. Esta nos presenta a Sophie, una mujer joven, introvertida e insegura que lleva una vida tranquila trabajando en una tienda de sombreros; sin embargo, la paz en que vive es perturbada cuando la temida bruja del páramo le lanza un hechizo que la transforma en una anciana de 90 años, motivo que la obliga salir de su zona de confort para buscar la solución y así rencontrarse con el hechicero de Howl, dueño del famoso castillo errante que vaga por las afueras del pueblo. Es aquí cuando Sophie descubre los secretos que guarda el castillo junto con los inquilinos que lo acompañan, adentrándose por fin en su propia aventura.

El filme se ambienta en locaciones europeas del siglo XX, donde la magia y la opulencia forman parte de la cotidianidad de los habitantes. Brujas y hechiceros juegan un rol importante en la vida social y política del mundo ficticio, ya que la guerra es uno de los conflictos que circundan a los personajes a lo largo del filme, en especifico al Howl quien se niega a tomar un bando dentro de la situación.

La guerra hace referencia a enfrentamientos bélicos que surgieron a principios del siglo XX como la primera guerra mundial. El movimiento se representa como un acto absurdo y destructivo, pues los hechiceros que participan pierden la humanidad en el proceso, se convierten en seres aberrantes e irracionales que olvidan lo que fueron en el pasado. Este hecho se puede apreciar con el propio Howl quien conforme avanza la cinta va tomando forma de un ave negra, perdiendo poco a poco su esencia, además de carecer de un corazón.

El amor es probablemente el valor más importante en el Increíble castillo vagabundo, puesto que gracias al amor que se profesan los protagonistas, ambos logran salir de los conflictos en los que se encuentran inmersos. Durante la primara mitad de la película se aprecia a un Howl inmaduro y cobarde, pero a partir de la llegada de Sophie, el mago comienza a asumir sus propias acciones, asimismo, el castillo se convierte en un reflejo de la psicología y del estado de ánimo del hechicero; en un principio todo es oscuro, desordenado; pero conforme evoluciona el personaje el interior del castillo también cambia radicalmente. Por otro lado Sophie adquiere una personalidad más segura que se evidencia en el último acto de la cinta, cuando las transiciones de anciana a joven empiezan a ser notorias.

El increíble castillo vagabundo es una película compleja llena de simbolismo que busca transmitir un mensaje pacifista. Si bien la trama conlleva un romance, también encara el tema sobre el amor propio y el reconocimiento. Definitivamente es una película recomendable, que logra conquistar no solo por su narrativa, sino también por la bella animación, pues se puede apreciar animación tradicional en «CG» para la elaboración del castillo además del excelente soundtrack que la acompañan, realizado por el reconocido Joe Hisaishi.

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