Sans toit ni loi (1985) — Crónica de la autodestrucción.

Ha sido difícil recuperarse de una pérdida tan grande como la de un ente tan grande y eterno como Agnès Varda, pionera de la nueva ola, que Varda practicaba desde antes de que oficialmente naciera, para aquellos que no la recuerden, ella es la grandiosa documentalista que nos trajo Rostros y Lugares en 2017. Sin discutir mucho sobre sus obras me gustaría llamar a su atención Sans toit ni loi, una obra que hoy día es muy poco conocida, pero que para muchos representa la cúspide del trabajo de Varda.

El cuerpo de una mujer ha sido encontrado en una zanja, una joven de cabello oscuro ha muerto de hipotermia, nadie ha reclamado su cuerpo, nadie sabe su nombre, nadie la conoce, pero eso no significa que nadie la hubiera visto antes. Varda nos comenta como se ha obsesionado con esta historia, la de una mujer a quien muchos han visto, pero que nadie conoce en realidad. Antes de escuchar a Varda por ultima vez, nos dice que «probablemente vino desde el océano».

Su nombre es Justine – aunque ahora le llaman Mona – es una chica muy antipática, de un aspecto asqueroso para muchos, una joven de un pasado indistinguible, pero libre después de todo, vive bajo sus propias reglas y la única intención que tiene es sobrevivir con la menor cantidad de trabajo posible.

Durante su andar sin rumbo, la vagabunda se va encontrando a muchos personajes distintos, los cuales de vez en cuando son entrevistados o rompen la cuarta pared para contarnos su sentir respecto a Mona. Los personajes que la encuentran no pueden evitar idealizarla, ver sus sueños más grandes en ellas, o verla como un instrumento para llegar a la grandeza, solo para ver esos prejuicios destrozados cuando conocen quien es ella en realidad.

La critica es de esperarse en una obra de este estilo, en la que Mona, continua siendo acechada por hombres desde el momento en que la conocemos, y vemos como es tratada como un mero objeto más; para las mujeres, Mona es un ejemplo a seguir, una mujer libre que sigue sus propias reglas, sin ataduras ni nadie a quien complacer.

Sans toit ni loi es una historia de autodestrucción, en la cuál, Mona se encuentra a muchas personas interesadas en ella, oportunidades de finalmente estar a salvo que al final, por causa propia u otros motivos terminan por acercarla más a la muerte. No es una historia inevitable como aquella de David Lynch en Fire Walk with Me, Mona tuvo opciones, siempre hubo formas de evitar ese final, muchos se lo dijeron y parecía que ella también lo sabia pero al final no hubo nada que pareciera detenerla, y si no existía motivo para detener el viaje, ¿había uno para empezarlo?

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